Si por desgracia has sufrido un desgarro muscular alguna vez, sabrás el dolor que se siente ante este tipo de lesión, además del hematoma que produce por causa de la rotura de los vasos sanguíneos que pasan por el músculo afectado.
Si por suerte nunca has sufrido este tipo de lesión, debes saber que es algo muy doloroso y te mantiene apartado de los entrenamientos durante mucho tiempo, por lo que deberías hacer todo lo posible para prevenirlo.
Causas de los desgarros musculares
En el ámbito deportivo, las causas más comunes que te pueden llevar a sufrir un desgarro muscular son, por ejemplo, mover pesos excesivos muy por encima de tus posibilidades, realizar estiramientos demasiado bruscos y forzados, o no calentar adecuadamente antes de un entrenamiento.El sobre-entrenamiento también es otra de las causas de los desgarros musculares, básicamente porque no le estamos dando el tiempo de recuperación adecuado a los músculos y, al no repararse al 100%, se pueden llegar a producir roturas musculares mayores.
Como todos sabréis, durante un entrenamiento con pesas se producen pequeñas micro-roturas musculares que son las que posteriormente y con la recuperación adecuada, permiten el crecimiento muscular.
Al no cumplir con el proceso natural de la reparación y recuperación de los músculos, estos están expuestos a una mayor sobrecarga y pueden acabar rompiéndose del todo.
Fuera del ámbito deportivo, es decir, en el día a día, el sedentarismo es una de las mayores causas de sufrir un desgarro muscular, ya que los músculos pierden toda su fuerza y al ser expuestos a un movimiento que se salga de lo convencional, pueden sufrir desgarros.
La mala alimentación es otra de las causas de sufrir una lesión de este tipo, ya que los músculos no estarán recibiendo los nutrientes necesarios para su correcto funcionamiento, lo que nos lleva a la siguiente causa de desgarro muscular.
La mala circulación de la sangre hace que lleguen menos nutrientes y oxígeno a los músculos, haciendo que se debiliten y sufran mayor riesgo de roturas y otras lesiones.
La mala circulación de la sangre hace que lleguen menos nutrientes y oxígeno a los músculos, haciendo que se debiliten y sufran mayor riesgo de roturas y otras lesiones.
Cómo actuar ante un desgarro muscular
Ante el menor indicio de haber sufrido un desgarro muscular, hay que abandonar el entrenamiento y acudir a un médico especialista para que valore la lesión y aplique las pautas necesarias y marque un procedimiento post-lesión.
El reposo es igual de importante que la recuperación y rehabilitación, por eso hay que tener mucha paciencia ante una situación como esta y hacer caso a los expertos para poder volver a practicar deporte sin secuelas.
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