Cualquier persona puede subir información a la red, tan solo necesitas un teclado y una conexión, pero esto puede ser un arma de doble filo porque no toda la información que encontramos mientras navegamos es del todo fiable.
Esto es lo que ocurre con el tema que vamos a tratar en este post, y es que, cada vez son más las dietas milagro que podemos encontrar por Internet tan solo con unos pocos clics.
Pero, ¿qué eso de dieta milagro? ¿No se supone que hacer dieta es bueno para la salud? Antes de seguir adelante, vamos a dar una breve explicación sobre qué son este tipo de dietas.
¿Qué son las dietas milagro?
Una dieta milagro es básicamente un tipo de dieta que promete grandes resultados en muy poco tiempo, y que encontrarás fácilmente con titulares como estos:
- Pierde 10 kilos en siete días
- Adelgaza sin esfuerzo con esta dieta
- Pierde peso sin hacer dieta con nuestro método infalible
- Pierde 4 kilos en un día
Se puede identificar rápidamente una dieta milagro porque además de prometer resultados imposibles en un tiempo récord, te obligan a suprimir algún nutriente de tu alimentación, lo cual es un tremendo error que puede llegar a causarte verdaderos problemas de salud.
Dietas sin hidratos de carbono
Normalmente, la mayoría de dietas para adelgazar eliminan de un plumazo cualquier tipo de hidrato de carbono de la dieta sin ningún tipo de compasión para acelerar la pérdida de grasa corporal acumulada.
Sí eliminas los hidratos de carbono de forma radical de tu dieta, claro que vas a perder peso en poco tiempo, pero no creas que todo ese peso que vas a perder va a ser grasa acumulada.
Cuando dejas de consumir hidratos de carbono y reduces drásticamente el consumo de calorías, además de perder grasa perderás líquidos (que recuperarás cuando bebas) y tejido muscular (además de tono muscular por la pérdida del glucógeno), y eso no es lo más recomendable.
Si haces algún tipo de ejercicio de forma regular o directamente eres deportista y sigues este tipo de dietas, en pocos días empezarás a notar los estragos en tu cuerpo con una tremenda bajada de tu rendimiento físico, quedándote sin energía y con un agotamiento permanente.
Los hidratos de carbono son la fuente principal de energía de nuestro cuerpo, y si no los consumes a diario, el organismo se verá obligado a obtener la energía para sobrevivir de otro sitio, como por ejemplo los músculos, induciendo el temido catabolismo muscular.
Además, en un caso como este, el cuerpo entra en un estado de ahorro de energía porque detecta niveles muy bajos de reservas energéticas e intentará acumular más grasa para disponer de una fuente fiable de energía en un caso extremo.
Si quieres eliminar grasa acumulada y perder peso para mejorar tu salud y bienestar, debes reducir el consumo de hidratos de carbono, REDUCIR y no eliminar de tu dieta, además de escoger las fuentes de hidratos de carbono más ligeras y fibrosas.
Por ejemplo, puedes reducir el consumo de arroz, pasta o harinas, y aumentar el consumo de frutas, verduras y hortalizas. Así perderás peso de una forma saludable y efectiva.
Dietas sin grasas
También podemos encontrar un sin fin de dietas que prohíben el consumo de cualquier tipo de grasas con el fin de eliminar más grasa, pero ese es otro gran error de las dietas milagro.
Las grasas son necesarias para el correcto funcionamiento de nuestro organismo, pero igual que ocurre con los hidratos de carbono, debemos escoger las fuentes de grasa de forma inteligente.
Obviamente, el consumo de grasas saturadas (grasas malas) no es saludable ni recomendable. En su lugar, debes consumir grasas insaturadas (grasas buenas) que son las que contribuyen al correcto funcionamiento del organismo y de hecho, son buenas para nuestra salud.
Algunas fuentes de grasas buenas son:
- Huevo
- Frutos secos (nueces, almendras, avellanas, pistachos, cacahuetes, etc.)
- Pescados azules
- Aguacate
- Aceite de oliva
El efecto rebote de las dietas milagro
Otro de los contras de las dietas milagro es el temido efecto rebote, ya que cuando vuelvas a introducir los alimentos que habías eliminado de la dieta, tu cuerpo va a activar el modo ahorro que hemos comentado más arriba y los va a absorber y acumular por si se los vuelves a quitar, produciendo un nuevo aumento de peso y de grasa.
Además, algo que ocurre con este tipo de dietas es que la insulina acaba jugando malas pasadas y el cuerpo nos va a pedir glucosa a gritos para saciar sus instintos más primitivos, lo que nos conducirá a consumir dulces y otro tipo de alimentos procesados.
Conclusión
Como todo en esta vida, lo ideal es encontrar un punto medio en el que te sientas a gusto con tu alimentación y puedas conseguir tus objetivos sin la restricción de ningún tipo de nutriente que te pueda ocasionar problemas graves de salud.
Si no sabes muy bien por dónde empezar para alimentarte de forma saludable, puedes buscar información en páginas que te parezcan más fiables o directamente, pedir ayuda a tu médico o a un profesional del sector.
Recuerda que además de cuidar la alimentación, se recomienda hacer ejercicio de forma regular para mantener una buena salud y no descuidar tu estado físico.
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