Cómo ganar masa muscular limpia
Pues bien, debes olvidarte de estos grupos de alimentos y basar tu dieta en proteínas limpias como el pollo, el pavo, el pescado o las claras de huevo, hidratos naturales fibrosos y feculentos como patata, legumbres, cereales, arroz o pasta integrales, y grasas saludables como el pescado azul o los frutos secos.Estos alimentos son usados por el organismo para crear y reparar masa muscular, y como no se convierten en grasa, se transforman en masa muscular limpia. Empieza a alimentarte de esta forma y notarás los cambios en poco tiempo.
Lo ideal es hacer 5 o 6 comidas diarias de los alimentos adecuados para mantener el metabolismo activo durante más tiempo, y eso favorece la quema de grasas.
Según el peso y altura de una persona, tiene unas necesidades calóricas u otras, y para ganar masa muscular hay que aumentar el consumo calórico gradualmente por encima de las necesidades diarias.
Por ejemplo, una persona que consume 2000 calorías diarias, no puede pasar a comer 4000 calorías al día siguiente. Debe aumentar el consumo poco a poco, por ejemplo, puede empezar por 2500 calorías e ir subiendo hasta las 3000 y conforme vaya ganando peso irá aumentando el consumo calórico.
Los suplementos de proteínas son un buen aliado a la hora de construir masa muscular limpia, ya que ayudan a cubrir las necesidades proteicas sin necesidad de estar todo el día comiendo carne o pescado. Sobre todo vienen genial para los pre y post entreno, que es cuando más se necesitan las proteínas.
En el post-entreno también se necesitan buenas dosis de carbohidratos naturales y fibrosos para reponer los depósitos de glucógeno agotados durante el entrenamiento.
Veamos ejemplos de comidas post-entreno:
Comidas post entreno
- Si se escoge la suplementación, un batido de proteínas con hidratos sería la mejor opción.
- Si preferimos comida, pechuga de pollo y arroz integral hervido es una muy buena opción.
- Claras de huevo y un plátano es otra opción más ligera pero buena.
Igual de importante que la comida es la hidratación. Si sigues todos los pasos anteriores pero no te hidratas correctamente, no conseguirás los resultados esperados. El agua se encarga de lubricar el organismo y de limpiar los órganos de las toxinas creadas por los alimentos ingeridos y del ejercicio.
Si no bebes lo suficiente, las toxinas van haciendo estragos en los órganos y pueden provocar daños irreparables. Lo ideal es beber de 2 a 3 litros de agua al día. Cuanto más comes, más bebes.
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